La historia de parto
Era mi primer parto. Quería sentir el proceso en mi cuerpo de forma natural y sabía que para eso necesitaba tener herramientas.
Aura nació el lunes 2 de agosto y ya empecé con contracciones la madrugada del sábado. Tenía mis frases positivas por la casa así que cuando me venía la ola me las iba repitiendo. Para mí lo más importante era conectar con mi instinto y poder soltar un poco mis miedos.
Fuimos al hospital el sábado y sólo estaba de 2cm. Volvimos a casa y esa noche fue bastante más intensa que la anterior. En casa estuve con la respiración ascendente, las frases positivas y el acompañamiento de mi pareja.
Volvimos al hospital cuando las sensaciones fueron más intensas y allí estuvimos 12h en una habitación solos para ir dilatando a mi tiempo, en mi “planeta parto”. Fue lo mejor del proceso... a mi ritmo, con diferentes posturas, con la pelota, las frases, en intimidad con mi pareja...
En paritorio todo se empezó a torcer. Una sala fría, gente entrando y saliendo, la puerta abierta... Nada más entrar me sentí muy incómoda y con la sensación de que agredían la vulnerabilidad en la que estaba. Pedí la epidural, se me pararon las contracciones, me rompieron la bolsa, oxitocina sintética... y a punto de cesárea si no hubiera sido porque una matrona me dio una media pelota para poder mover mis caderas con la epidural. Aura nació en un expulsivo super rápido, sana y preciosa.
En todo momento sentí que estaba tomando yo las decisiones, más allá de lo que fue pasando que evidentemente no podía controlar. El haberme informado previamente y la práctica me dio mucha fuerza y consciencia.
Elena