La historia de parto
Hola Paula,
Primero quiero darte las gracias por tu curso de hipnoparto, ya que sin el estoy segura de que no hubiera tenido un parto tan inesperadamente mágico.
Mi segundo hijo Niko nació el martes 29 a las 7:20am.
Después de haber terminado el curso es cierto que un parto en casa me parecía mejor opción, sobre todo con el tema del COVID este año, pero el precio me echó para atrás y mi intención era parir en el hospital, pero esta vez con más control y confianza en mi misma. Mi primer parto fue de nalgas y todo fue muy controlado, tuve contracciones muy seguidas y fuertes durante muchas horas pero no conseguí dilatar y lo que más quería esta vez era poder llegar al hospital en un estado de parto ‘activo’ como dicen. Yo pensaba que la razón igual era algo fisiológico mío, pero tras hacer tu curso me di cuenta que había entrado en el bucle de miedo - tensión - dolor y no podía salir de ello. Trabajé las respiraciones, puse post-its con las afirmaciones positivas por toda la casa, al estar mucho más informada tenía más confianza en mi misma y mi cuerpo, y estaba motivada para encontrar esa conexión con mi lado mamífero, mi instinto, que hasta ahora realmente nunca había conseguido del todo.
Cuando empezé a notar lo que podían ser unas olas a las 3 de la mañana en la madrugada del 29 intenté seguir en la cama descansando porque pensaba que si realmente era el principio tendría que coger fuerzas, que eso podría durar mucho. Cuando empezaron a ser bastante incómodas y ya no podía seguir tumbada…. Ósea media hora más tarde más o menos…. Le dije a mi marido que me encendiera una vela, puse música relajante y me movía dentro de nuestra habitación entre estar sentada en la pelota, de pie contra la pared y a veces tumbada en la cama. No quería mirar la hora ni contar las olas todavía, aunque venían bastante seguidas igual que en mi primer parto, conseguí respirar bien y no perder la calma, ya estaba en mi planeta parto!
Un poco antes de las 7 me metí en la bañera, quería agua caliente y ducharme. Mi primer hijo que tiene dos años se suele despertar sobre las 7 y quería seguir en mi mundo un rato más antes de llamar a alguien para llevarle después de desayunar, y yo poder luego ir al hospital…. O por lo menos esa era mi idea.
Pero poco tiempo después las olas de repente llegaron más y más fuertes, ya no podía concentrarme en las respiraciones y me salieron unos ruidos que mi marido me describió luego como un ‘ciervo en celo’. Pues mi hijo me escuchaba mientras desayunaba con su padre y me imitaba y se reía…. Yo pensaba, menos mal, Iago está bien y eso me dejó tranquila hasta que sentí la necesidad repentina de salir del baño…
Salí disparada, no sé muy bien cómo, mi marido me escuchó y vino a ayudarme, me colgué de su cuello para la siguiente ola muy intensa, quería vomitar… me metí en la habitación y me puse al suelo, confusa, estaría pariendo ya? O sería cómo con mi primer parto y había llegado otra vez a ese bucle de dolor y tensión? La sensación cambió a aún más intensidad y esta vez sentí mi cuerpo abriéndose, yo sin control, sin empujar, mi cuerpo reaccionaba por si solo, miré abajo y estaba la bolsa media fuera! Nada de hospitales ni médicos, mi hijo estaba llegando! Llegaron mi marido y Iago, lo vieron también… segunda sensación muy muy muy fuerte de que mi cuerpo se abría de nuevo y la bolsa entera salió, tenía la mano debajo pero al salir explotó la bolsa y allí vi a Niko enterito, en el suelo, lo cogí en brazos, pegó un grito, vaya sensación de alivio y euforia a la vez. Mi niño había nacido, en casa, en familia. No era el plan pero no podía haber sido más bonito, más perfecto, inolvidable.
Vaya fuerza tenemos las mujeres. Esa palabra ‘empoderadora’ que nunca había entendido realmente su significado, pues ahora la he vivido al máximo y deseo que todas las mujeres, madres o no, la vivan también.
Mi marido llamó al 112 después de que naciera, vino una ambulancia y luego otra médicalizada mientras yo seguía en el suelo con Niko encima. Me dejaron un rato más con mi hijo ya que vieron que estaba respirando, y gritó según nació. pinzaron el cordón cuando llegó la segunda ambulancia y mi marido lo cortó, entonces habrían pasado unos 35 o 40 minutos más o menos. De allí me llevaron al hospital con la placenta dentro todavía pero Niko estuvo encima mío en todo momento. Una vez en el paritario, me miró una matrona y a los pocos minutos salió la placenta, sin necesidad de ninguna intervención. Estaba todo bien, tenía un poco de desgarre y me pusieron un par de puntos dentro y otros 2 por fuera y ya está. Me dejaron con Niko y no lo pesaron hasta más tarde. Al rato llegó mi marido (no le dejaron subir conmigo en la ambulancia pero así pudo coger mi bolsa y otras cosillas ya que me fui de casa sin nada nada menos a mi hijo, como ya tenía a Niko en mis brazos no me importó la verdad) y tuvimos que esperar unas 5 horas o así para el resultado de mi pcr, pero realmente estuvo bien ya que estábamos los 3 en la habitación solos y nos dejaron bastante en paz ese rato antes de subir a planta. Pude ducharme y mi marido también pudo hacer un poco de piel con piel con su hijo.
Al día siguiente el alta precoz porque me encontraba bien y quería estar con Iago también. Había sido mi primera noche sin mi primer hijo.
Así que gracias Paula,
Un abrazo,
Annie