La historia de parto
Estaba ya de 41+5 y acepté que me realizaran la maniobra de Hamilton ya que mi deseo era parir en el centro de nacimientos Casa Laietania y el tope para que me aceptaran allí era la 41+6. Ese día también tuvimos ecografía y todos los flujos estaban perfectos así como el líquido amniótico y la placenta también. Claramente había bienestar fetal y la ginecóloga nos tranquilizó ya que teníamos la inducción programada para el martes (42s) pero nos permitía esperar algunos días más.
El domingo lo pasamos tranquilos, fuimos al cine y yo por la noche ya empecé a notar contracciones algo intensas pero muy soportables e irregulares, ya me había pasado alguna noche anteriormente y luego pararon, así que pensé que sería lo mismo.
El lunes por la mañana volvimos a tener monitores y todo salió correcto, incluso con mas contracciones monitorizadas que en días anteriores y allí rechazamos la inducción del día siguiente, ya que quería darle una oportunidad para ver si se activaba ella sola por su cuenta. Al mediodía ya notaba contracciones algo seguidas pero no demasiado intensas y parecía que eso estaba al caer.
Ya hacia las 14h, en casa, nos pusimos una serie y allí conté algunas contracciones pero no fue hasta las 15h que las conté en serio y ya no paraban. Las sobrellevaba sentada en la pelota y con el saco de semillas, también me estiré un rato en la cama y me puse en la ducha durante 20min y eso solo hacia que aumentar. Cuando salí de la ducha mi pareja me había preparado flores en el comedor, encendido velas y algunos aceites esenciales.
Sobre las 16:30h llamamos a Casa Laietania y nos dijeron que al ser el primero intentáramos aguantar al máximo pero que en ese momento estaba libre (solo puede haber una persona pariendo). A las 18h era ya demasiado intenso y me daba pánico el trayecto en coche y no poder moverme y volvimos a llamar. Las contracciones eran todo el rato cada 3 minutos y duraban un minuto y algunas algo más.
Al final entre una cosa y otra llegamos allí sobre las 19h, me controlan a mí y a la niña y me hacen un tacto que es de 1cm pero ya tengo el cuello completamente borrado. Ellas terminan el turno a las 19:30 y por lo que ven valoran que volvamos a casa pero decidirá el siguiente turno. El siguiente tiene una formación obligatoria y nos dejan en el despacho de visitas con una pelota, alguna colchoneta y el saco de semillas y valoraran a la vuelta aunque se queda una residente por allí por si necesitamos cualquier cosa.
Vuelven a las 20:30h y las contracciones ya casi no me daban tregua, me proponen que vaya a intentar hacer pipí y allí empiezo a sacar algunos coágulos de sangre y noto mucha presión, mi pareja les comenta y todo es normal y buena señal.
Volvemos al despacho y empiezan a monitorizarnos a las dos, pero cuesta mucho ya que mis contracciones son muy seguidas y lo intentan durante un rato. En muchas contracciones mi cuerpo puja y me pide que no lo haga pero le digo que es involuntario y por eso me propone otro tacto aunque no hiciera 4 horas del primero, estoy de 3 cm. Pero en un momento me dicen que tenemos que ir rápido a la sala de partos ya que sino iba a parir allí. Al final cuando ya estamos en la sala de partos lo que parecía la cabeza era parte de la bolsa que aun no había roto, así que falsa alarma aunque mis ganas de pujar y la presión que notaba eran brutales. Eran ya las 22:20h.
En la sala de partos había luz tenue, velas, aromaterapia y musiquita que habíamos preparado, pero yo estaba tan cerrada en mi mundo que ni abría los ojos ni casi que escuchaba nada. Mi pareja me iba ofreciendo agua y bebida isotónica que eso sí que lo aceptaba pero no podía comer nada (habíamos preparado frutos secos, dátiles, chocolate...).
A las 12 aprox entré por fin en la bañera pero antes estuve sobre 4 puntos de apoyo en la pelota, de pie sujeta con las lianas, me hicieron ir al baño para orinar pero no hubo éxito, luego me sugirieron andar un rato y cuando volvimos del paseo ya entré en la bañera.
Allí lo noté y mi pareja me lo dijo "fue entrar allí y te cambió la cara", la sensación de alivio fue brutal. Dentro de la bañera estaba sentada en el fondo con la cabeza y la espalda recostadas.
No sé el tiempo que pasó pero enseguida empecé a notar la cabeza y la podía notar con las manos, cada vez salía más y a la 1:35h ya la tenía en mis brazos. El expulsivo fue muy rápido, tanto que acabé con un desgarro de segundo grado. La niña se esperó hasta las 42s para salir pero una vez se decidió tenía prisa.
Enseguida en mis brazos, piel con piel, después pasamos a la cama para alumbrar la placenta pero mientras no salía nos dejaron a los 3 tranquilamente a solas. No sé el tiempo que pasó, pero fue bastante y al final salió por si sola, el cordón ya había dejado de latir.
Una vez cortado el cordón por el padre, la pesaron y empezaron a prepararme para coserme. Mientras tanto la niña se cogió al pecho perfectamente. Y finalmente empezó a hacer piel con piel con el padre mientras me acababan de coser.
Fue una experiencia maravillosa a la par que salvaje y animal. Está claro que ellos y nosotras sabemos cómo parir y nadie debería ponerlo en duda.
Alba
