La historia de parto
¡Hola Paula!
Te cuento mi relato de parto porque a mi me ayudó mucho mucho leer otros relatos de partos que subías y escucharlos en tus podcast. Que por cierto me escuché casi todos, me iba a andar a diario y de fondo me los ponía, también me leí tu libro de Dar a luz con hipnoparto y me ayudó mucho. Empiezo:
Se alinearon los planetas del sistema solar el 20 de febrero de 2025 y nació mi hija Carmen, ese día había una luna preciosa que parecía medio limón. Nació a las 13:18 un jueves y fue un parto natural y sin epidural después de una cesárea, donde respetaron todo mi plan de parto y me motivaron cuando no podía más y pedía la epidural a gritos.
Todo comenzó la madrugada del martes 18 al miércoles 19, a las 4 de la madrugada empezaron las contracciones cada 20 minutos que me despertaban, pero lo que yo no esperaba fue que entre contracción y contracción me quedaba dormida, cosa que cuando escuchaba que muchas mujeres contaban en sus relatos me parecía imposible de que pasara, pero yo pensaba, no sé lo que va a durar y tengo que descansar lo máximo posible para tener fuerzas y energía para afrontar el parto, en esta parte del parto me ayudaron mucho los audios de relajación e hipnoparto y también la respiración.
Llegaron las 8 y me levanté porque tenía justo ese día 19 una cita con el ginecólogo y allá que fui, pero no sin antes darle el pecho a mi otra hija de 3 años como solía hacer todas las mañanas, y guau ahi si que crecieron las contracciones y me daban incluso cada 2 minutos, por la estimulación de los pezones, pero luego se fueron espaciando cada vez más y durante el día seguí teniendo pero de intensidad soportable con las respiraciones cada 10-15- o 20 min. Seguí haciendo vida normal, incluso fui a caminar como siempre antes de comer y por la tarde me fui al cine con mi marido a ver una peli que estrenaban y me apetecía mucho ver, al llegar a casa y llegar la noche las contracciones empezaron a hacerse más y más intensas, pidiéndome que me tumbara en la cama, el cuerpo me pedía movimiento y yo se lo daba, aquí ya empezaba a notar que la respiración no era lo suficientemente y entonces empecé a usar la máquina tens que me había comprado y me fue de maravilla, esto sería sobre las 10 de la noche del miércoles 19.
Yo quería llegar al hospital habiendo hecho el mayor trabajo de parto posible, y esperamos a que las contracciones fueran cada 2 y 3 minutos, incluso las últimas fueron cada minuto, durando por lo menos un minuto y medio o más cada contracción, eran sobre la 1:30 de la madrugada del miércoles 19 al jueves 20 y avisamos a la persona que iba a venir a quedarse con mi hija para nosotros ir al hospital. Llegó sobre las dos en punto o así y nosotros nos fuimos al hospital que estaba a media hora de casa, al llegar expliqué mi plan de parto que también llevaba por escrito, super importante llevarlo, y me hicieron un tacto y estaba de 4 cm. ¡Qué emoción sentí al ver que el trabajo de parto había dado sus frutos! Me puse contenta de saber que ya estaba empezando el parto de forma más activa, pedí que me dieran una habitación que no me interrumpieran, intentaran entrar lo mínimo posible a la habitación, no me hicieran más tactos hasta que yo los pidiera y no me ofrecieran la epidural ni otros analgésicos sino los pedía yo, como tenía puesto en mi plan de parto, y así fue, me subieron a planta y nadie, absolutamente nadie nos interrumpió hasta que nosotros llamamos como explicaré más adelante.
Subimos a la habitación y no lo había mencionado pero absolutamente todo tenía pinchos para mí, me sentaba, no aguantaba las contracciones, me tumbaba más de lo mismo, probaba con la pelota igual, hasta en un banquito bajo que había probé y nada de nada todo tenía pinchos, pinchos y más pinchos, así que me pasé todo el rato caminando de un lado a otro de la habitación y moviéndome de lado a lado, porque hasta con la cuadrupedia sentía pinchos.
Yo seguí usando la máquina tens durante toda la dilación y la verdad es que me fue muy bien, seguí así hasta las 8 de la mañana o así cuando ya sentía el agotamiento, sobre todo de las piernas entonces me quité la máquina tens, me fui a la ducha y allí me senté en un banquito que había con el agua caliente dándome en la espalda con la alcachofa de la ducha ahí ya si que sentía alivio durante una hora o más, porque también ya llevaba casi 12 horas con la máquina tens y ponían las instrucciones que había que quitarla al menos una hora.
Cuando estaba en la ducha sentí que las contracciones cambiaron y mi cuerpo empezaba a pujar hacia abajo, entonces me emocione mucho porque sentí que ya estaba cerca el final. Una vez más, el cuerpo me pedía más movimiento así que salí de la ducha y volví a ponerme a andar, pero el agotamiento de mis piernas ya era considerable, las contracciones pararon un poco pero estas se hacían cada vez más duras de soportar, y aquí es cuando me vine un poco a bajo.
Ya le avisé a mi marido que esto pasaría, creo que lo llaman la fase de transición y es cuando se hace más duro, y le dije que me convenciera para que no pidiera la epidural, el pobre lo intento de todas formas, me dijo que esperásemos una hora más a ver si las contracciones arrancaban otra vez y acepté así seguimos en la habitación hasta las 10:30 que ya le pedía suplicando que llamara a la enfermera y la epidural que yo ya no podia más y se lo pedía suplicando, hasta diciendo que ya me daba igual que fuera cesárea o como fuera la epidural ( que no la quería poner porque en mi primer parto no me funcionó) a lo que le dije bueno vamos a bajar y así también me reconocen como vamos y ya vemos sí aun queda mucho o no. Yo tenía los ánimos por los suelos y ya me estaba rindiendo, me quité todo lo que llevaba de metal, me quité el tens y bajamos al paritorio.
Por el camino todo el mundo me miraba con cara de tu vas a parir ya, es más creo que todo el mundo sabía que iba a parir menos yo. Me hicieron bajar con la pelota, y cuando llegó le digo al matrón que quería la epidural, a lo que me contestó bueno ahora lo vemos y yo pensaba ¿cómo que ahora lo vemos?
Me hicieron un tacto y estaba de 9, ya no había posibilidad de epidural, y yo pedía cualquier otro analgésico pero me dijeron que no había nada más. Y ahi empezó la crisis de llorar y llorar y entró el matrón y la matrona me buscaron unas posiciones que estuviera cómoda para pasar las contracciones y me ayudaron con movimientos para paliar el dolor y me animaron muchísimo a seguir, junto con mi marido.
Aquí esta la importancia de rodearse de profesionales que crean en ti cuando aun ni tú crees en ti misma, aquí ya eran como las 11:30 y ya dije vale vamos a seguir, le pedí a mi pareja que fuera de nuevo por el tens y me lo pusiera y vuelta a caminar y movimiento, me puse en cuadrupedia para el expulsivo apoyándome en la pelota y mi cuerpo empujaba solo con las contracciones, aquí fue cuando rompí la bolsa en una de las contracciones y se sintió como un gran estallido y se puso todo chorreando.
Ahi estuve un buen rato pero las piernas ya me fallaban porque llevaba andando desde las 9 o las 10 de la noche anterior, recordemos los pinchos jajaja. Entonces los matrones me sugirieron cambiar de posición y eso hice, me tumbé en la cama y ya fue todo mucho mejor, empujé unas cuantas de veces más y ya nació mi hija carmen a las 13:18. Salió muy rápido y fue grande (pesó 3610 gramos) y me desgarré, tuve un desgarro de tipo dos, no sé si llegue a sentir el aro de fuego pero sentía que me ardía durante un par de segundos. En el momento que me la pusieron en el pecho pensé ¿Ya está? ¿Ya ha terminado todo? Y me costó un momento volver del planeta parto en el que estaba y ver que ya tenía a mi pequeña en brazos.
Cuando nació esperamos a que el cordón dejara de latir antes de cortarlo, alumbré la placenta de manera natural, me dejaron iniciar la lactancia en el mismo momento y dos horas de piel con piel, no fue hasta después cuando ya se la llevaron con el papá a medirla, pesarla y todo eso.
Fue el momento más mágico, poderoso y transcendental que he vivido en toda mi vida.
Así que para todo el que me lea, si que se puede, si te informas, te formas y sobre todo si te rodeas de buenos profesionales que te respeten, lo lograrás, sin duda alguna.
Confía en ti misma, tu cuerpo sabe parir y tu bebé sabe nacer.
Anabel Torres
