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El parto de Maria Manchón

Parto:

Hospital

Gestación:

39s+2d

Curso:

Pack digital hipnoparto

La historia de parto

Por contexto os cuento el relato de mi primer embarazo que no fue una experiencia nada positiva y por eso quería vivir mi segundo parto de una forma muy diferente. Samuel nació el 26 de junio de 2021. Rompí aguas el 24 a las 3 de la mañana y no me puse de parto así que me lo provocaron 24h después. Horroroso. Me hicieron miles de tactos para ver si avanzaba pero nada. Yo he sufrido abuso de pequeña. Y estos tactos eran horribles para mi. Al cabo de 14h con contracciones, cuando me volvieron a anunciar que no había dilatado nada, supliqué la epidural, me quedé frita y en 2 horas pasé de 0 a 10. Samuel tuvo problemillas con su corazón y de ahí me llevaron a la sala de parto. Pero como tocaba cambio de turno y que Samuel se había estabilizado, pues me hicieron esperar 2h más hasta empezar los pujos. No sentía absolutamente NADA. Había 6 personas alrededor mio diciéndome qué hacer. Entre ellas no se ponían de acuerdo. La gine se molestó porque tardaba mucho y utilizó la ventosa sin razón alguna. Resultado, al retirarla, me desgarró y me hizo un hematoma en el perineo. Tardé 1 mes en poder andar y sentarme correctamente.

En abril 2022, descubrimos que esperábamos un bebé, Noemi. Yo estaba en grupos de relatos de parto sin analgesias pero no me terminaban de convencer que el objetivo final fuera parir sin epidural, cuando las habían tratado mal o habían tenido que pasar por mil protocolos que no me cuadraban. Así que busqué y busqué. Matronas, libros, cursos, nada respondía a mis preguntas, hasta que en diciembre 2022 (a 2-3 semanas de parir) descubrir el curso de Paula. ORO PURO. No me dio tiempo a terminarlo, pero de los vídeos que pude ver, respondieron a la mayoría de mis preguntas. Tan claro, tan bien explicado, tan acogedor, tan… no sé. Sentí que mi cuerpo estaba bien hecho, que si lo respetábamos (todos), el parto sería una experiencia increíble. De verdad, no hay desperdicio alguno en todo lo que explica 😅.

Los 3 últimos días antes de dar a luz, tuve episodios de pre-parto. Contracciones por la noche que al cabo de 2-3h se paraban. Pero yo me iba a mi salón, encima de la pelota, o de rodillas apoyada en ella, encendía una vela, y escuchaba las relajaciones de Paula. Abrazaba mi bebé en la barriga, pensaba en ella, le hablaba, respiraba. Hasta que por fin el 6 de enero por la mañana rompí aguas.

No fui al hospital en las 24h porque sabía que me lo provocarían y no quería pasar por ahí. Me pase el día haciendo lo mismo que las noches anteriores. Y con un poco de rabia me decidí a ir para al menos a controlar que Noemi estuviera bien. Me dijeron que si en 3 horas no me había puesto de parto, me lo provocaban. Lloré y le dije a mi hija que yo estaba lista, que no tuviera miedo, mamá tenía fuerzas y la estaba esperando. 15 minutos después tuve la primera contracción. Me metieron en una habitación con otra mujer que ya estaba con contracciones. Su marido entraba y salía, me veía. Era angustiante. Al cabo de 1h30 la intensidad de las olas aumentó. Fue increíble cómo mi cuerpo se abría en cada una, como sentía que mi bebé llegaba. Me pasaron a una sala de parto. Me negué a que me hicieran tactos. Solo acepté uno porque la matrona fue muy muy muy pesada, mientras yo vivía cada ola, ella me insistía. Al final acepté y puso una cara como diciendo: "¿Segura que no quieres la epidural? Esto puede tardar mucho aún (no quise saber los cm. porque gracias a Paula, sabía que no era un parámetro fiable para saber cuándo iba a nacer mi bebé. Dije NO rotundo. Entre dos olas vinieron 2 enfermeras (creo?) porque querían ponerme un antibiótico. Me negué pero continuaron a insistir, insistir, entre la intensidad… acabé por céder una vez más. 5 minutos después del tacto, sentí que mi bebé bajaba, que estaba llegando, (quería hacer caca jajaja pero supe lo que significaba eso), y la matrona se rió diciéndome que no era posible, le dije que mi bebé llegaba, no me creyó, le grité que mi bebé llegaba y miró y efectivamente. Estaba llegando. Me forzó haciéndome un tacto que ni siquiera me pidió permiso. Yo le grité que qué c*** hacia y me dijo “perdón perdón”. El resto fue gritar y gritar, sentía furia que no me respetaran. Sabía, gracias a Paula, que NO era normal. Pero una mujer en fin de trabajo de parto no suele tener la fuerza para seguir luchando contra el personal médico. Mi marido estaba a mi lado y él me sostuvo todo el rato. Yo le había explicado por encima el curso de Paula, pero obviamente no sabía todo lo que yo sabía (insisto en que la pareja vea el curso, es súper importante) pero él me apoyaba, me sostenía, me decía: mírame la boca, escúchame solo a mi, es una ola menos, nuestra hija está llegando, lo estás haciendo genial, tu cuerpo se abre, y todo tipo de frases que me ayudaron. En 3 pujos (hubiera querido esperar a que mi cuerpo lo hiciera sólo pero me cansé de luchar contra la matrona), mi hija nació. El 7 de enero de 2023, a las 22h19. La besé, la sentí, la olí. Y me moría de frío. Pero no me hicieron caso. 5-6 personas invadieron la sala en ese momento. Me dijeron “vamos a inyectar oxitocina para la expulsión de la placenta”. Yo pensé “¿pero porqué? Mi cuerpo sabe. Solo necesito que me dejen tranquila con mi marido y mi hija. Que nos besemos, que disfrutemos este momento tan íntimo. Necesito una manta para no tener frío y los brazos calurosos de mi marido…” pero solo lo pensé. No tuve fuerzas para luchar. Resultado: mi placenta no salió. Tuve que pasar por quirófano para una revisión del útero. Estuve 3h separada de mi hija. Fue una angustia real. Le pedí no sé cuántas veces a la matrona que por favor me la trajera. Y siempre me decía “sí, ahora viene” y yo miraba las agujas del reloj enfrente pasar, y lloraba de angustia. Tengo un recuerdo muy amargo del parto. Básicamente por el no-acompañamiento y no-respeto del personal hospitalario.

Hoy, estoy embarazada de nuevo. Ojalá dé a luz en mi casa, en la intimidad. Con todo lo que aprendí y seguiré aprendiendo con Paula, me siento super preparada. Además de que mi marido se prepare y entienda todo el proceso, tan bien como yo gracias al curso!

Mi relato de parto puede parecer negativo. Pero no fue así. Porque yo sabía lo que era normal y no. Supe escucharme y escuchar mis necesidades. Entendí cada etapa del trabajo. No tuve epidural. Hice todo lo posible por transmitir todo lo que necesitaba y no. Pero el gran problema vino de un sistema hospitalario que no respeta el proceso natural del parto. Vivo en Suiza y los partos tienden a ser muy medicalizados y quieren controlar. Sólo entienden de números y no de sensaciones. Por eso mi consejo es: hacer el curso para tener todas las herramientas posibles, todo el conocimiento posible y encontrar un lugar y una persona que te respete de principio a fin para acompañarte.

Gracias Paula de nuevo ❤️

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