Acompañar un parto es un privilegio. Una de las cosas que debemos hacer es respetar los deseos de la mamá. Estar presente y dejar ir miedos o limitaciones que puedan poner barreras a la mamás.

Según Eyla y Ensuncho es una cuestión de energía y es que en el parto hay muchas cosas que no hace falta hablar porque se sienten.

Entender el proceso fisiológico va a ayudar a los acompañantes a gestionar sus expectativas sobre el proceso del parto pero hay mucho más. La mamá tiene que sentirse apoyada para poderse entregar al proceso del parto. Si las personas de su alrededor confían en ella, la mamá puede confiar en ella misma y su poder. Si las personas de su alrededor están inquietas, nerviosas,.... esto se transmite. Y mucho de este trabajo se hace con anterioridad.

El parto es el momento original en el que si tú quieres dar al mundo una mejor condición de la que hasta ahora el mundo conoce, pues tiene que ser un gran comienzo, el mejor comienzo posible. Entonces, para lograr el mejor comienzo posible, que es el parto, las personas, no solamente la madre, sino sus acompañantes. tienen que ser capaces de estar dando lo mejor. Y dar lo mejor pasa por un proceso de sanación espiritual.