Nos han robado la confianza en nuestra capacidad de parir. Si pensamos en cómo daban a luz nuestra antepasadas hace cientos de años atrás, cuándo el parto era parte de nuestras vidas y lo viviamos como algo normal, veríamos que las mujeres creían en su capacidad para parir.

Ahora lo vivimos como una patología dónde existen riesgos y peligros, y a veces los hay pero es en una minoría de los casos.

El lenguaje que se usa en relación al embarazo y parto para empezar ya nos va poniendo en una situación de alerta, por ejemplo cuando hablamos de un embarazo de alto y bajo riesgo.

Tenemos que confiar en nosotras mismas, tanto si todo va bien como si notamos que algo no va bien. Lo sabrás. 

Durante el parto si conectas con tu instinto, te mueves por instinto, respondes por instinto y conectas con tu bebé. 

Pensamos que la tecnología nos da las respuestas pero no es así y la evidencia científica lo dice claramente. Por ejemplo, la monitorizacion continua no tiene ninguna ventaja respeto la monitorización intermitente en partos de bajo riesgo, de hecho viene con mas probabilidad de intervención por los falsos positivos de alarma. Y pasa lo mismo con las eco. La evidencia nos recomiendan 2 ecografias, la de la semana 12 y la semana 20. Nos parece que a más ecos mejor pero es que si no hacen falta solo traen intervenciones para la madre. Y nos desconectan de nuestro instinto.

Durante el parto es vital conectar con él y tiene sentido pues nos trae seguridad. Tenemos que dar a luz sintiéndonos seguras.